Los frutos de un trabajo sostenido
Creciendo en armonía: Suite de la Música para los reales fuegos de artificio de Georg Friedrich Haendel (Adapt. S. Taupe). Orquesta inicial: Fanfarria de M. Corrette (Adapt. Pfortner), Nobody knows (spiritual) de S. Nelson; Tradicional de K. Badelt (Adapt de P. Lavender y L. Moore); Himno a la alegría de Ludwig van Beethoven (Adapt. Pfortner). Orquesta juvenil: Antiguas danzas y arias de Ottorino Respighi (Italiana, Siciliana, Balletto Laura Soave, Arie di Corte, adapt. Pejtsik/Vigh), Balletto detto “Il Conte Orlando”. Camerata: Serenata para cuerdas en Mi mayor, Op. 22 de Antonin Dvorák. Iglesia de Nuestra Señora del Pilar, Buenos Aires. Función del 8/11/2024.
El proyecto “Creciendo en Armonía” celebró 20 años de trayectoria con un concierto en la Iglesia Nuestra Señora del Pilar. Pero su sede habitual está a casi 400 kilómetros de Buenos Aires, en la estancia Santa María de la Armonía, en Cobo, muy cerca de Mar del Plata, donde hace dos décadas las “servidoras”, siguiendo la obra de Etcheverry Boneo, junto con la Fundación Cultural Argentina, realizan una tarea que involucra a más de 130 chicos y chicas de la zona. El proyecto combina la formación artística con la promoción personal y social de todos los que participan de él.
Es sabida la larga obra del
maestro Jordi Mora en dicha comunidad, en especial sus seminarios de dirección
orquestal, también replicados en Buenos Aires, a la que se suma la tarea de la maestra
Ulrike Flemming, quien fundó en Alemania el proyecto “Kinder in Armonia” para
la promoción de la actividad, que también contó en su momento con niños venidos
del otro lado del océano.
El concierto ofrecido en la porteña
iglesia del Pilar tuvo tres partes, correspondientes a los respectivos estadios o niveles
alcanzados por los músicos: el inicial, la orquesta juvenil y la camerata, esta
última con perspectivas ya profesionales.
El repertorio elegido permitió,
ya desde la lectura del programa de mano, anticipar no sólo las legítimas
ambiciones sino las posibilidades reales de este emprendimiento artístico, ya
que se trata de obras de creciente complejidad que sólo pueden armarse con un
trabajo sostenido y profesional de los maestros junto a sus alumnos.
Luego de un comienzo con una selección
de la Suite de los Reales Fuegos de
Artificio de Haendel -como para romper el hielo- dio comienzo el programa
de la orquesta inicial, de más de 25 niños, con adaptaciones muy logradas de la
Fanfarria de Corrette, un spiritual (“Nobody knows”), una melodía
tradicional de Badelt y una adaptación del Himno
a la alegría de Beethoven.
La Orquesta Juvenil sorprendió
con una selección de las Antiguas danzas
y arias de Respighi, seguidas del Ballet
“Il Conte Orlando”. Por último la Camerata abordó ajustadamente una obra
difícil por sus permanentes cambios dinámicos y su idiomática factura: la Serenata para cuerdas Opus 22 de Antonin
Dvorák.
Fue un concierto que
permitió apreciar todo este trabajo apoyado en un equipo de profesores
invitados, algunos que viajan especialmente desde la Capital, como Sara
Cafferata, todos ellos bajo la coordinación de Romilda (“Suky”) Pérez. La
velada se extendió aun más por los bises, que incluyeron una Danza húngara de Brahms y la llamada Aria de la cuerda en Sol de Bach. Se
advirtió el empeño y compromiso de Ulrike Flemming en apostar al más alto nivel
tanto en la elección de las obras como en su ejecución, lo que redunda en el
desafío superador que se plantea a los que participan del proyecto. Se extrañó
al final sumar a los más chicos, que esperaban ansiosos con sus arcos,
siguiendo atentamente (en una época donde el déficit de atención es endémico)
las alternativas de tan extensa función.
Este concierto 2024, además de celebrar un aniversario con la plenitud de la música, en presencia de un numeroso público, fue para “Creciendo en armonía” la culminación de una serie de presentaciones anuales que se han venido realizando en Buenos Aires, entre ellas en 2022 en la Facultad de Derecho, en 2018 en la Academia Nacional de Medicina, en 2015 en el Teatro Colón, invitados por la Fundación Banco Ciudad para un homenaje al Papa Francisco, precedida el año anterior por un concierto en el atrio de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA en el marco del Foro Ecuménico y Social. Por lo demás, son frecuentes sus presentaciones en la zona de influencia específica de “Creciendo en Armonía”, como Mar del Plata (Teatro Colón, Catedral), Sierra de los Padres y partidos aledaños.
Para los responsables, se puede “evaluar el impacto positivo en
distintos aspectos de la vida de los chicos: alegría, valoración de sí mismos y
sus capacidades, atención y esfuerzo, compañerismo y amistad, trabajo en
equipo, responsabilidad, mejor desempeño escolar.”
El concierto realizado es una prueba incuestionable del trabajo
sostenido en pos de estos objetivos.
Daniel
Varacalli Costas
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