Buenos Aires Ballet: novedades y reencuentro

Buenos Aires Ballet. Director: Federico Fernández. Bailarina invitada: Maricel De Mitri. Cantante invitada: Alejandra Malvino. Intèrpretes: Sofía Menteguiaga, Jiva Velázquez, Julieta Zabalza, entre otros. En el Teatro Avenida, el miércoles 17 de mayo.

Malvino, Menteguiaga y Velázquez en El retorno de Ulises (Foto: Carlos Villamayor)

En momentos donde sostener un proyecto cultural se hace más cuesta arriba por motivos económicos y de competencia con otros ‘divertimentos’ tecnológicos, es casi milagroso que la marcha de Buenos Aires Ballet siga firme y en crecimiento a más de siete años de su creación. La voluntad y el empuje de su mentor, el primer bailarín del Teatro Colón Federico Fernández, sigue moviendo montañas y desafiando adversidades para llevar adelante este emprendimiento destinado a abrir oportunidades para jóvenes bailarines y coreógrafos, junto a artistas de amplia trayectoria.

Además de los clásicos –en esta ocasión representados por una suite de La bella durmiente del bosque muy bien bailada-, el BAB acostumbra dar espacio a coreografías actuales, muchas de las cuales son estreno en nuestro país. El retorno de Ulises del alemán Christian Spuck fue un sugestivo dúo donde Sofía Menteguiaga y Jiva Velázquez expresaron los avatares de un amor esquivo, mediante una gestualidad elocuente y poéticas imágenes corporales. La mezzosoprano Alejandra Malvino sumó su maestría al segmento con el aria ‘When I am laid’ de Dido y Eneas de Henry Purcell. Con lenguaje neoclásico, Emanuel Abruzzo le puso movimiento a una de las Sonatas del Rosario de Heinrich Biber, bellamente interpretada por Romina Panelo y Emanuel Gómez. Hubo dinamismo y contemporaneidad en Elegante sport de Julieta Zabalza, seguido de Claroscuro de la española Altea Nuñez, con Menteguiaga y Velázquez.

Esperado reencuentro con Maricel De Mitri, en Tangos ausentes (Foto: Carlos Villamayor)

Para el final, un plato fuerte: el regreso al escenario de Maricel De Mitri, recordada primera figura del Teatro Colón, en los Tangos ausentes que estrenara en 2011. Una propuesta sensible de Carlos Trunsky, autor de la coreografía, que en el breve fragmento presentado permitió a De Mitri desplegar sus recursos actorales. Con una misteriosa ternura en su rostro, modeló la metamorfosis de esta bailarina que cambia sus tacos y vestuario por pies descalzos y tutú romántico, homenaje a Giselle incluido, en un emotivo reencuentro con una de las grandes intérpretes de la danza argentina de los últimos tiempos.

Patricia Casañas


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