Hacia el punto de fuga
Buenos Aires Ballet. Dir.: Federico Fernández. Programa: Raymonda (Petipa/ Glazunov), pas de trois de El lago de los cisnes (Petipa/ Chaikovski), Las llamas de París (Vainonen/ Asafiev), Vidrios rotos (Abruzzo/ Glass), Sinfonía para un nuevo mundo (estreno - Abruzzo/ Dvorak). Bailarines: Federico Fernández, Sofía Menteguiaga, Ayelén Sánchez, Emanuel Abruzzo, Lucía Giménez, Yosmer Mejía, Milagros Niveyro, Rocío Agüero, Jiva Velázquez, Iara Fassi, Ludmila Galaverna, integrantes del Ballet Estable del Teatro Colón. En el Teatro Astral, el domingo 8 de agosto.
El punto de fuga, esa ilusión óptica que se aleja a medida que nos acercamos a él, es una buena opción para graficar el empuje que caracteriza al bailarín argentino Federico Fernández. Hace más de cinco años creó Buenos Aires Ballet (BAB), un proyecto privado que nuclea tanto a figuras del Teatro Colón como de otras extracciones, y que a paso firme avanza para dar otra opción a los artistas de la danza, tanto bailarines como coreógrafos. La meta siempre va más allá: lejos de desmayar en época de pandemia, Fernández organizó la edición de 2020 -presencial para los bailarines, virtual para los espectadores-, y este año subió la apuesta, presentando esta gala en vivo en el Astral. En estos momentos de inmovilidad del Ballet del Colón, bienvenida sea esta oportunidad única para sus bailarines de volver al escenario.
Una excelente apertura tuvo la velada con “Raymonda”, el pas de deux que permitió admirar a Federico Fernández y a la estupenda Sofía Menteguiaga. La bailarina argentina de carrera internacional, es una intérprete dúctil, que domina tanto el academicismo de Petipa como los códigos contemporáneos, como pudo apreciarse en “Vidrios rotos”. Esta coreografía de Emanuel Abruzzo, fragmento de la obra homónima que se estrenara hace tres años en el Taller Coreográfico del Colón, mostró la intensa expresividad de Menteguiaga, acompañada por el propio Abruzzo.
Los segmentos clásicos trajeron a escena la juventud y virtuosismo de un conjunto de espléndidos bailarines. El fresco espíritu del pas de trois del primer acto de “El lago de los cisnes” corrió acorde a la interpretación de Lucía Giménez, Yosmer Mejía y Milagros Niveyro, argentina recuperada para nuestro país luego de su paso por el Ballet del Sodre. El pas de deux de “Las llamas de París”, por su parte, tuvo en Rocío Agüero y Jiva Velázquez a dos brillantes traductores.
Con balanchineano vestuario, la musical
coreografía de Emanuel Abruzzo en “Sinfonía para un nuevo mundo” constituyó el
estreno de la velada, de estilo neoclásico. Habitual colaborador de las galas
del BAB, Abruzzo abordó la partitura de Dvorak con un lenguaje simple pero
luminoso. Federico Fernández y Ayelén Sánchez tuvieron impecable desempeño al
frente del elenco in totum, rebosante
de energía y felicidad en esta gala, cuya continuación ya se anunció para
mediados de septiembre.
Estimada Patricia, Aqui Alejandra Pia Nicolosi, Dir. de Prensópolis Comunicación.
ResponderEliminarQuería solicitarle una via de contacto para hacerle llegar invitación al estreno del nuevo trabajo del prestigioso David Señoran: La sombra de una nube, con fecha 19 de septiembre.
Quedo atenta, gracias desde ya,
Saludos cordiales,
Alejandra Nicolosi
prensopolis@gmail.com
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