Buenos Aires Ballet, a pasos agigantados

 Segunda gala del ciclo Galas de Ballet en el Astral. Buenos Aires Ballet. Coreografías de Attilio Labis, Julieta Zabalza, Mauricio Wainrot, Marcia Haydée, Agrippina Vaganova, Emanuel Abruzzo y Micaela Spina. Bailarines: Federico Fernández, Sofía Menteguiaga, Lucía Giménez, Nahuel Prozzi, Jiva Velázquez, Rocío Agüero, Emanuel Abruzzo, Julieta Zabalza, Sol Rourich, Benjamín Parada. Dirección: Federico Fernández. En el Teatro Astral, el 3 de octubre.



Sofía Menteguiaga Schmidt y Federico Fernández en Piazzolliana, el estreno de la noche
Foto: Máximo Parpagnoli

Buenos Aires Ballet (BAB) no para. La compañía creada por Federico Fernández ofreció la segunda gala de un ciclo de tres con un repertorio que abarcó múltiples estilos. Clásico, contemporáneo, neoclásico, tango, fueron abordados por un grupo de bailarines del Teatro Colón, del San Martín e independientes con un excelente nivel interpretativo.

La gala concebida como exhibición de una cantidad determinada de pasajes sin ilación dejó de tener sentido desde hace bastante tiempo. Federico Fernández, con inteligente criterio, se convirtió en una especie de ‘curador’ de cada programa, eligiendo cuidadosamente cada obra. Cada número se transforma así en una sabrosa viñeta, valiosa por sí misma, que va perfeccionando el producto final. En todos los  encuentros hay espacio para la creación nacional, incluso por encargo específico del BAB, con lo cual el trabajo resulta completo y enriquecedor.


Lucía Giménez y Nahuel Prozzi en "Espartaco"
Foto: Máximo Parpagnoli


Lucía Giménez y Nahuel Prozzi abrieron la velada con “Espartaco”. La refinada línea de la bailarina, su dulzura y lirismo, fueron complementados por la vigorosa personalidad de su compañero. Una vez más se vio la coreografía de Julieta Zabalza para su “Identidad”,  reveladora de su rico universo interior. De “Chopin Nº 1”, sobre el primer concierto para piano del compositor polaco, se ofreció el segundo movimiento, concebido por Mauricio Wainrot como un extenso dúo. La ocasión fue el prolegómeno de la última actuación de la consagrada Sol Rourich, bailarina del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín y una de las grandes figuras de esta compañía, de la cual se despidió el pasado jueves.

Lo ultra clásico vino de la mano del ‘pas de deux’ de “Diana y Acteón”, segmento de gran bravura y virtuosismo, muy bien bailado por Rocío Agüero y Jiva Velázquez. “Ba-babadup-ba” -un dúo para ver una vez por semana- trajo todo el ritmo del jazz en la interpretación de los brillantes Emanuel Abruzzo (autor de la coreografía) y Julieta Zabalza.


Todo el swing de Julieta Zabalza y Emanuel Abruzzo en  "Ba-babadup-ba"
Foto: Máximo Parpagnoli

El ‘pas de deux’ de “Carmen”, extractado de la obra original creada por Marcia Haydée, tuvo excelentes traductores en Federico Fernández y Sofía Menteguiaga. Ensayada vía Zoom con la legendaria estrella del Ballet de Stuttgart, la pareja logró el clima justo, la interpretación exacta de los personajes, la degustación de cada paso integrado armoniosamente al segundo movimiento de la “Sinfonía en Do” de Bizet. Menteguiaga y Fernández tuvieron a su cargo el final, con el estreno de “Piazzolliana”, obra de Micaela Spina: hubo entrega, lirismo, pero también brillo y destreza en este homenaje al compositor marplatense en su 100º aniversario, que desató una ovación de cierre, celebratoria del regreso triunfal de la danza a los escenarios porteños.

Patricia Casañas

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