Casi un estreno de Bizet

Los pescadores de perlas. Ópera en tres actos de Georges Bizet. Libreto de Eugène Cormon y Michel Carré. Elenco: Hasmik Torosyan (Leila), Dmitry Korchak (Nadir), Gustavo Feulién (Zurga), Fernando Radó (Nourabad). Nueva producción del Teatro Colón en coproducción con el Teatr Wielki W Łodzi (Polonia). Dirección escénica: Michal Znaniecki. Escenografía: Luigi Scoglio. Vestuario: Mini Zuccheri. Iluminación: José Luis Fiorruccio. Video: Karolina Jacewicz. Coreografía: Diana Theocharidis. Coro Estable del Teatro Colón. Dirección: Miguel Martínez. Orquesta Estable del Teatro Colón. Dirección musical: Ramón Tebar. Teatro Colón. Función del 27/10/2022.

Las sugerentes transparencias de la puesta de Znaniecki para Los pescadores de perlas. Foto: Arnaldo Colombaroli / Gentileza Prensa TC

Si bien Carmen (1875) es su obra maestra, Georges Bizet dejó otras partituras de teatro musical. Los pescadores de perlas (1863) y La bella joven de Perth (1867) son las más conocidas y en su tiempo exitosas de la etapa juvenil del gran compositor parisiense, junto a la posterior Djamileh (1872).

Veinticuatro años tenía Bizet cuando recibió la propuesta del Théatre Lyrique para componer una ópera cuyo argumento, apegado a los cánones de la época, estaba impregnado del exotismo emanado de la cultura oriental que por entonces hacía furor en Europa. Los pescadores de perlas narra el pacto de amistad entre Nadir y Zurga, ambos enamorados de la misma mujer sin saberlo. Ella es la sacerdotisa Leila, quien luego de una serie de vicisitudes logrará huir con Nadir, gracias al sacrificio de Zurga. La obra gira en torno a la idea del juramento quebrantado, sea de amistad, amoroso, patriótico o religioso, tópico abordado en títulos como Norma de Bellini y el ballet La bayadera, por poner dos ejemplos. Aún siguiendo los lineamientos de la ópera italiana, para entonces Bizet ya había desarrollado rasgos armónicos y una particular belleza melódica que hacían reconocibles sus composiciones. Así por ejemplo, en el solo de oboe que preludia el dúo del segundo acto de Los pescadores… podemos detectar el tema del movimiento lento de su precoz Sinfonía en Do (1855).

Las tres únicas representaciones de esta ópera en el Teatro Colón en 1913, en italiano y por la Gran Compañía Lírica Italiana de Vittorio Podetti, hicieron que las funciones de esta temporada fueran casi un estreno para la sala (sin olvidar que se ofreció más cercanamente en el Argentino de La Plata y en el Teatro Avenida).

El director de escena polaco Michal Znaniecki buscó actualizar una trama resentida por el paso del tiempo mediante elementos referidos a la temática ambiental. En esa línea, grandes cantidades de botellas y residuos plásticos formaron parte de la escenografía, como también un curioso trono de neumáticos para Zurga. Znaniecki también sugirió algo más que una unión amistosa entre Nadir y Zurga, e introdujo un escarceo erótico prohibido entre el sumo sacerdote Nourabad y Leila. Si bien su trabajo tiene algunos momentos de belleza visual -la escena que abre la ópera y aquella en la que Leila duerme protegida por una especie de cápsula cilíndrica traslúcida-, todo transcurre entre oscuridades, algunos juegos de agua y confusas imágenes de video.

La soprano Hasmik Torosyan se lució en el protagónico femenino del título juvenil de Bizet. Foto: Máximo Parpagnoli / Gentileza Prensa TC

Fue así que la parte musical fue la más lograda, y Bizet el gran triunfador. Del reducido cuadro de cantantes solistas, el tenor Dmitry Korchak y la soprano Hasmik Torosyan se llevaron las palmas. Korchak, de hermoso timbre y consumado estilo, salió airoso de esa gran prueba de fuego que es la romanza de Nadir Je crois entendre encore, y ensambló admirablemente con Torosyan, una delicada y virtuosa Leila. El barítono argentino Gustavo Feulién, si bien convincente en lo actoral, no exhibió una potencia vocal acorde a su personaje; mientras que el bajo Fernando Radó tuvo un muy buen desempeño como Nourabad.

Tanto el Coro como la Orquesta Estable del Teatro Colón hicieron un magnífico trabajo en esta bienvenida reposición-estreno que, en renovada producción, esperamos no demore tanto en volver a subir a escena.

Patricia Casañas

 

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