Manon, de nuevo en Rosario
Manon Lescaut. Ópera en cuatro actos de Giacomo Puccini. Basada en la novela de Antoine Prévost. Director musical: Mario Perusso. Director de escena y escenografía: Marcelo Perusso. Iluminación: Rubén Conde. Utilería y vestuario: Teatro Colón. Elenco: Mónica Ferracani, Gustavo López Manzitti, Ismael Barrile, Luis Gaeta, Daniel Gómez López. Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario. Coro de la Ópera de Rosario. Director: Horacio Castillo. Teatro “El Círculo” de Rosario. Función del 29/4/2023.
La
producción que firma Marcelo Perusso, tanto en lo atinente a la puesta como a
la escenografía, discurrió por carriles respetuosos de la época y la geografía
del libreto, concepto tradicional que cada vez se justifica más ante la
falta de frecuentación de los títulos operísticos (este caso de Manon… es paradigmático, ya que es casi
un estreno para una ciudad y por varias generaciones). Con todo, el régisseur apostó también a su propia
creatividad, al incorporar al mismo abad Prévost como personaje, una suerte de
narrador que aparece en escena a partir de un breve pero sustancioso parlamento
con el caballero Des Grieux y que también da cierre a la obra. Acompaña la idea
desde lo visual un libro gigante –la novela misma de Prévost- que se abre al
comienzo del primer acto y va cambiando las imágenes de sus páginas hasta
presentar dos marcos casi vacíos en el desolador cuarto acto, al término del
cual imaginamos al mismo autor cerrando el libro, algo que sin embargo no
sucede. La utilería y
el vestuario, provenientes del Teatro Colón, tuvieron la suntuosidad necesaria
para una puesta de este tipo, mientras que el trabajo de caracterización fue sumamente logrado.
De
la mano del maestro Mario Perusso, ya leyenda de nuestra vida musical, la orquesta pucciniana sonó brillante y vivaz. Según su concepto, tal cual
gusta repetir, en Manon Lescaut
el joven Giacomo emula a Massenet –no sólo en el tema elegido, sino también en
la factura musical, luego a Wagner (después de las deliberadamente anacrónicas melodías
galantes del segundo acto) hasta desembocar en un final netamente impresionista
bajo el arcoíris armónico de Debussy. Con esa paleta, Perusso logró dar color a
los diversos climas que plantea la partitura, con muy buen rendimiento de la
Sinfónica Provincial rosarina. Por otra parte, fueron complejos los problemas
de coordinación con el Coro, en especial durante el primer acto. También cabe
señalar que el Intermezzo, modelado
con sabia proporción por la batuta del maestro, se interpretó entre el tercer y
cuarto acto y no antes del tercero, sin vulnerar ninguna lógica en lo que hace a la trama,
pero al margen de su título original, que lo relaciona con la captura de Manon y
el viaje del caballero Des Grieux al puerto de El Havre para rescatar a su amante,
tras infructuosas gestiones.
El elenco vocal contó con una trilogía de cantantes de probadas carreras e incuestionable profesionalismo: Mónica Ferracani en el papel de Manon logró una emisión delicada y sutil como exige el personaje, controlando sabiamente sus importantes medios; Gustavo López Manzitti sonó heroico y vibrante en el Des Grieux, tal como es su estilo canoro, mientras Luis Gaeta compuso un Geronte sólidamente actuado y cantado. En otro peldaño se ubicó el resto del elenco, del que se destacó la garra de Ismael Barrile (Lescaut).
En
el balance, se trató de un espectáculo disfrutable de principio a fin, con esa
espontaneidad que permite el descubrimiento de la ópera a quien se anima a ella
por primera vez, como también el disfrute de quien la frecuenta y la ama. El
público reafirmó con sus aplausos esta positiva conclusión personal.
Daniel Varacalli Costas
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