'Colossus', desde el caos del mundo

 Colossus. Coreografía: Stephanie Lake. Composición musical: Robin Fox. Diseño de iluminación: Bosco Shaw. Diseño de vestuario: Harriet Oxley. Bailarines egresados del Taller de Danza Contemporánea del Teatro San Martín. Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín. Dirección: Andrea Chinetti y Diego Poblete. En la Sala Casacuberta del Teatro San Martín, de jueves a sábados a las 20, domingos a las 17 horas, hasta el domingo 30 de julio.


Excelente actuación del Ballet Contemporáneo del San Martín (Foto: Carlos Furman)

Un gran círculo humano preside la escena. Cincuenta bailarines acostados boca arriba comienzan un continuo de movimientos escalonados que provoca un doble efecto: uno relacionado con la ilusión óptica, y el otro con la abstracción y la cosificación del cuerpo, que pasa a ser un elemento transmutante. Así comienza Colossus,  la obra que la australiana Stephanie Lake creó en 2018 en el Arts Centre Melbourne, con gran éxito de crítica y público. La incorporación de esta impactante obra al repertorio del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín no puede menos que celebrarse por el desafío que implica para la compañía.

En este ejercicio de resistencia física, Lake utiliza una multiplicidad de recursos que interpelan al espectador: gritos en la oscuridad que resuelven en repentino orden, unívocos movimientos grupales que se dispersan en individualidades, masas de bailarines dirigidas con gestos simples y magnéticos por parte de uno solo, persecuciones de todos contra todos, y todos contra uno. El discurso dinámico fluye y se escurre por los resquicios más impensados, provocando una sensación de expectativa y tensión que mantiene en vilo sin respiro.

El caos y el orden, según Stephanie Lake (Foto: Carlos Furman)

Fortaleza y fragilidad dialogan en la trama coreográfica: los diseños se construyen y desarman en cuestión de segundos. No hay historias en Colossus, obra que, sin embargo, nos remite al caos de la vida misma, al naufragio del hombre en la inmensidad del mundo. Ese caos se refleja también en el aspecto sonoro, que incluye el ritmo de la respiración de los bailarines, su propia voz, percusión corporal y sonidos electrónicos.

La interpretación por parte de los integrantes del Ballet Contemporáneo nos coloca frente a artistas de gran categoría. Con algunos fugaces desempeños individuales, el conjunto brilla por su resistencia y su impecable respuesta ante la exigencia de la coreografía. No les van en zaga los jóvenes egresados del Taller de Danza Contemporánea, los cual nos lleva a pensar con alegría que el futuro del género está asegurado.

Patricia Casañas

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