"El corsario", trueque de clásicos

 El corsario. Ballet en tres actos. Coreografía: Anne-Marie Holmes. Música: Adolphe Adam, Cesare Pugni, Léo Delibes, Riccardo Drigo. Intérpretes: Federico Fernández, Camila Bocca, Jiva Velázquez, Ayelén Sánchez, solistas y cuerpo de baile del Ballet Estable del Teatro Colón. Director: Mario Galizzi. Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. Director: Manuel Coves. En el Teatro Colón, el domingo 17 de diciembre.


Camila Bocca y Federico Fernández, protagonistas de El Corsario (Foto: Arnaldo Colombaroli)


Un clásico por otro clásico. Así fue el trueque que el Teatro Colón ofreció a sus abonados y al público en general para terminar la temporada 2023 de su Ballet Estable, ante el fallido estreno de La bayadera. Claro que el desbalance en el cambio era inocultable: la expectativa por conocer en nuestro medio la lujosa y exquisita versión de Rudolf Nureyev no era cubierta por un Corsario visto hasta el cansancio desde hace diez años. Pero la participación de Natalia Osipova (del Royal Ballet de Londres) y Daniel Camargo (del American Ballet Theatre) compensaban el desfasaje. Pues no: la impactante bailarina rusa no pudo reponerse a tiempo de una lesión para viajar a Buenos Aires, y nuestros primeros bailarines debieron salir “al toro”.

El imponente barco de El corsario (Foto: Arnaldo Colombaroli)

Así las cosas, el barco de los piratas llegó una vez más a las costas de Turquía y Conrad volvió a enamorarse de Medora, ante una sala colmada. Recordemos que la versión de Anne-Marie Holmes está planteada en clave de comedia, alejada del refinamiento de la de Piotr Gusev (Teatro Mariinski de San Petersburgo) que el Colón montó en 1999. En ambas, casi nada queda del poema de Lord George Byron que inspirara el ballet.

En la función que comentamos Federico Fernández fue Conrad, el jefe de los piratas. Felizmente repuesto de la lesión sufrida en octubre pasado, se lo vio espléndido en su madurez artística (más allá de un traspié en final de su variación del acto II). Con su habitual seguridad como partenaire, el primer bailarín lució expresivo y prolijo en saltos y giros. Camila Bocca cumplió adecuadamente su papel de Medora, y Jiva Velázquez deslumbró como el esclavo Ali. Gulnara tuvo en  Ayelén Sánchez a una intérprete ideal, delicada y brillante, de impecable desempeño en el pas de esclaves.

Estas funciones implicarán la despedida de los escenarios de dos queridos primeros bailarines del Teatro Colón: Carla Vincelli (el 30 de diciembre) y Edgardo Trabalón (el 29 de diciembre). Este último fue Birbanto, una de sus más logradas creaciones, papel para el cual el bailarín unió a su buen desempeño técnico su eficaz máscara actoral.

El jardín animado, escena del Acto III de El corsario (Foto: Arnaldo Colombaroli)

Todo el cuerpo de baile rindió adecuadamente en esta obra multitudinaria, junto a alumnos del Instituto Superior de Arte.

En el plano musical, una vez más nos preguntamos acerca de la necesidad de convocar a un director extranjero (el español Manuel Coves) para dirigir a la Orquesta Filarmónica en seis funciones del El corsario, siendo que las restantes cinco estarán a cargo musicalmente del maestro Ezequiel Silberstein.

Patricia Casañas





Comentarios

Las más leídas

Lo cómico, en serio

Un Nabucco revisitado

Sobre todo, Puccini

Tres grandes voces para "Il trovatore"

Buenos Aires Ballet: novedades y reencuentro

Otro Elixir de muy buena calidad

Lo mismo, pero distinto

Una viuda casi alegre

El Barroco, primero

La chispa del otro Leonardo