"La bella durmiente", sintética y contemporánea

 La bella durmiente. Coreografía, vestuario y guión: Jorge Amarante. Música: Piotr I. Chaikovski. Intérpretes: Sofía Carmona, Facundo Luqui, Benjamín Parada. Compañía Jorge Amarante. En el Teatro El Nacional, el viernes 1 de diciembre. Última función: sábado 9 de diciembre a las 15,30.

Un momento de La bella durmiente (Foto: Marcelo Maggi)

Consecuente con la revisión de los clásicos que viene encarando desde 2021 con Giselle y El lago de los cisnes, Jorge Amarante estrenó La bella durmiente. Se trata de una versión totalmente original, que incluye una importante reducción de escenas coreográficas y musicales con respecto al diseño original de la obra. La novedosa mirada de Amarante es absolutamente válida y consistente, a despecho de la resistencia que puede provocar entre un público más conservador.

Situada en época y lugar indefinidos, el coreógrafo retomó la disputa entre el bien y el mal utilizando lenguaje contemporáneo (con características personales bien delineadas), sintéticos escenografía y vestuario y economía de personajes. En un retorno al origen del personaje el hada Carabosse está actuada en travesti, como la planteara Marius Petipa en 1890, utilizando recursos dramáticos que la acercan a nuestra época. Amarante dotó a su Aurora de un carácter aniñado que la hermana con la Julieta shakespeariana: como a esta última, es el mandato paterno el que la conmina a casarse. No hubo príncipe pero sí un hada/duende convertido en humano que enfrentará a Carabosse, besará a Aurora y se casará con ella, con un viraje inesperado hacia el final.

Sofía Carmona y Facundo Luqui (Foto: Marcelo Maggi)

Con un reducido cuerpo de baile, el coreógrafo logró plasmar adecuadamente el clima y el tempo de cada escena. Contó para ello con la experiencia de Benjamín Parada como una Carabosse llena de sutilezas actorales. Tuvo una eficiente actuación Sofía Carmona como la protagonista, expresiva y segura como también lo fue su partenaire Facundo Luqui. Se destacó la elegancia de Analía Sosa Guerrero y Lisandro Casco como los padres, y la simpatía de Lorena Sabena como el Hada Bondad. Los jóvenes Martín de Victoria y Clara Quinteros aportaron temperamento a sus partes, en esta Bella durmiente inscripta en una renovada etapa para la danza local.

En paralelo con estas presentaciones, la cantidad de espectáculos de ballet en cartel durante los dos últimos meses de este año nos enrostra un fenómeno bastante paradójico. En momentos en que la situación económica debería conducir al efecto contrario, flamantes elencos privados conviven con otros milagrosamente sostenidos en el tiempo, y todos confluyen en un objetivo común: dar espacios novedosos en cuanto a salas y contenidos a los artistas de la danza. Buenos Aires Ballet, GDB Danza, la novísima Compañía Federal de Danza Argentina y la Compañía Jorge Amarante, todas dirigidas por primeros bailarines (Federico Fernández, Guido De Benedetti, Juan Pablo Ledo y Jorge Amarante) son algunos ejemplos de esta bienvenida tendencia.

Patricia Casañas

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