Gala Ballet 100 años: la magia de la historia en escena

Gala Ballet 100 años. Bailarines invitados, primeros bailarines, solistas y cuerpo de baile del Ballet Estable del Teatro Colón. Dirección: Julio Bocca. Coro Estable del Teatro Colón. Dirección: Miguel Martínez. Orquesta Estable del Teatro Colón. Dirección: Beatrice Venezi y Manuel Coves. En el Teatro Colón, el jueves 7 de agosto.

Toda la compañía (Foto: Juanjo Bruzza)

¡Qué difícil es sintetizar 100 años en una noche! Un número que quizás no signifique demasiado en la historia de la humanidad, pero sí para una institución que ha contenido a una enorme cantidad de artistas cuyo trabajo forjó la identidad de un segmento de nuestra cultura. En los cuerpos estables del Teatro (Ballet, Coro y Orquesta) hay segunda y hasta tercera generación de integrantes, cuyas vidas y trayectorias profesionales se encuentran profundamente unidas a la sala de la calle Libertad.

Ese vínculo de verdadero amor al arte fue homenajeado en esta Gala organizada por el Ballet Estable, que también sirvió como homenaje al Coro y a la Orquesta, así como a todos los sectores del Teatro que hacen posible sus producciones y sus temporadas.

En la sala, la emoción de maestros, ex bailarines y público balletómano convivió con reencuentros, anécdotas e infinidad de recuerdos de noches memorables. Sobre el escenario, el desfile de bailarines argentinos que triunfan en el extranjero alternó con el brillo de nuestra compañía, que lució radiante.

Los alumnos de Danza del ISATC, en pleno (Foto: Carlos Villamayor)

Hay futuro. Así lo demostró el desfile del alumnado de la carrera de Danza del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, perfectamente sincronizado. Del extenso programa, de tres horas de duración, y luego de un espectacular Gopak por Ciro Tamayo (ex primer bailarín del Ballet Nacional del SODRE), comenzamos resaltando el virtuoso pas de deux de La sylphide, exquisitamente bailado por Wilma Giglio (Ballet Real de Dinamarca) y Facundo Luqui. El segundo acto de El lago de los cisnes trajo a escena a un inspirado cuerpo de baile femenino, que acompañó a Luana Brunetti Mattion (solista del Ballet Nacional de Eslovaquia), de hermosa línea, y Federico Fernández, insustituible Príncipe. Fue excelente el célebre pas de quatre en la interpretación de Stephanie Kessel, Caterina Stutz, Magdalena Cortés y Beatriz Boos, precisas y delicadas.

Wilma Giglio y Facundo Luqui en "La sylphide" (Foto: Carlos Villamayor)
Luana Brunetti-Mattion y Federico Fernández en "El lago de los cisnes" (Foto: Carlos Villamayor)

El segmento Balanchine tuvo inmejorables intérpretes. Nuestro Herman Cornejo, principal del American Ballet Theatre, y  su par del New York City Ballet Tiler Peck, arrancaron ovaciones con Chaikovski pas de deux, dejando sin aliento a la audiencia con sus perfectos saltos, giros, lifts y simpatía. El pas de deux de Diamantes, de Joyas, encontró en María Celeste Losa y Nicola Del Freo (Scala de Milan) a una pareja de concordante elegancia, ella con líneas infinitas y detalles sutiles, y él con gran trabajo de partenaire.

Herman Cornejo y Tiler Peck en "Chaikovski pas de deux" (Foto: Carlos Villamayor)

María Celeste Losa y Nicola Del Freo en "Diamantes" (Foto: Carlos Villamayor)

Viengsay Valdés (directora del Ballet Nacional de Cuba) y Emmanuel Vázquez (Ballet del Teatro Municipal de Chile) ofrecieron un dúo de Carmen muy ‘a la cubana’, alejado de la versión que inmortalizó Maia Plisetskaia, a pesar de tratarse de la misma coreografía de Alberto Alonso.

Uno de los platos fuertes de la noche fue el Adagio de la rosa de La bella durmiente del bosque. La entrada de los inolvidables Silvia Bazilis y Raúl Candal como los Reyes desató calurosos aplausos, extensivos al cuarteto de príncipes pretendientes de Aurora: Vagram Ambarsoumian, Edgardo Trabalón, Jorge Amarante y Julián Galván. Irradiando su luz estelar, Marianela Nuñez corporizó el placer de la danza clásica más perfecta, lejos de todo divismo, en la inteligencia de que esa noche el foco estaba puesto en la celebración del Ballet Estable.

Silvia Bazilis y Raúl Candal, los reyes en "La bella durmiente del bosque" (Foto: Carlos Villamayor)

Marianela Nuñez y sus príncipes (Foto: Carlos Villamayor)

En el otro extremo, en el segmento contemporáneo Ludmila Pagliero (ex étoile de la Opera de Paris) junto a Daniel Proietto ofrecieron una interesante mixtura de música, palabra y danza con …and Carolyn del noruego Alan Lucien Øyen, un dúo inscripto en la más absoluta clave contemporánea. Previamente había pasado Romance del diablo de Ana María Stekelman, bailado por Eva Prediger (Ballet Contemporáneo del San Martín) y Rodrigo Colomba (Ballet Folklórico Nacional). El programa incluyó el dúo de After the rain de Christopher Wheeldon, que el coreógrafo en persona vino a montar al Teatro Colón y al que hicieron honor los magníficos Natalia Pelayo y Matías Santos, solistas de la casa; y From Earth, de Viktor Plotnikov, que Emily Bromberg (Dimensions Dance Theatre de Miami) y Sergio Neglia (Neglia Ballet Artists) bailaron con expresividad y soltura.

Ludmila Pagliero y Daniel Proietto en "...and Carolyn" (Foto: Carlos Villamayor)

Natalia Pelayo y Matías Santos en "After the rain" (Foto: Carlos Villamayor)

Otra perla de la velada fue el estreno mundial de Partita, que Oscar Araiz creó especialmente para la ocasión. La creatividad de Araiz, luego de más de sesenta años de ‘ejercicios’ -como él llama a sus obras- parece inagotable. Sobre Phorion del compositor Lukas Foss, deconstrucción del Preludio de la Partita en mi mayor para violín solo de Bach, Araiz diseñó una brillante serie de interrelaciones para seis bailarines, llenas de humor y sorpresa.

"Partita", estreno de Oscar Araiz (Foto: Carlos Villamayor)

La ocasión ameritó el lujo de contar con la Orquesta Estable en casi toda la función (pese a lo extenso del programa y la disparidad de las obras), con dos directores de orquesta y excelentes solistas: Iván Rutkauskas en piano (Concierto Nº 23 K.488 de Mozart, y Spiegel im Spiegel de Arvo Pärt), Freddy Varela Montero en violín (Spiegel im Spiegel) y Pablo Mainetti en bandoneón (Romance del diablo).

Tres Kitris y dos Basilios para "Don Quijote" (Foto: Carlos Villamayor)

El cuerpo de baile tuvo su momento de despliegue con la Mazurca de Paquita (impecables las filas masculinas), el final de Carmina Burana de Mauricio Wainrot –con lucimiento del Coro Estable en escena-, un fragmento de Chacona de Goyo Montero, y el cierre con Don Quijote, donde hubo dos Basilios (Juan Pablo Ledo y Jiva Velázquez) y tres Kitris (Camila Bocca, Ayelén Sánchez y Rocío Agüero) sacando chispas de un escenario que celosamente conserva el poder de su historia, la fuerza de sus actuales artistas y la esperanza de quienes vendrán. ¡A los cuerpos estables, salud!

Patricia Casañas





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